Es de verdad

Como todos los años nos hemos felicitado, estamos compartiendo, deseando parabienes y algunos se quedan tan tranquilos creyendo que esto es como todos los años. No se equivoquen, este año no es como otros, este año todo es de verdad. Cuando deseamos que se recupere la generosidad y la justicia frente a la avaricia y la ambición, es de verdad. Cuando rogamos más inteligencia frente a la estulticia y la mediocridad, es de verdad. Cuando brindamos por los menos favorecidos, por los parados, por los que sufren, es de verdad y también lo es cuando queremos hacer desaparecer a esos ególatras frívolos que juegan con nosotros como si fuéramos piezas de ajedrez. 
¡Señores nosotros somos de verdad.!
Deseo que lleguen los Reyes Magos con los sacos cargados de sentido común y de alegría (con lo que eso significa). Les recuerdo que ya no vienen de oriente, vienen de Cádiz y son de verdad.

Sueños


Mientras hay quien se empeña en poner todas las trabas posibles a nuestra felicidad, mi imaginación vuela y se eleva rozando la punta de los sueños. Y sueño despierta y me preparo para disfrutar del día que se somete bajo las armas de mis deseos. Llegan los fríos amaneceres y los pongo al calor que dibujo con la sonrisa de las ilusiones que espero se hagan reales, al llegar el estío. En otro otoño hubo quien, por hacerme daño, me llevó a la puerta de este sueño que ya empieza a hacerse real y que sin duda permitirá que mis alas se hagan aletas y de paloma pase a ser sirena antes de que las últimas hojas de los árboles estallen en sus ramas. Y seré, al fin, agua transparente…

Iguales


Hace unos días hablábamos de la muerte en nuestra tertulia y leíamos algunos textos de Galeano, entre otros autores. Mientras, la muerte cubría con su manto sus festejos y otras festejaban sus días a pesar del drama que lloraba su ciudad. Muchos criticaban la postura de quien no era capaz de quedarse acompañando el duelo de su pueblo. No, no deben sentir nuestro dolor, el dolor de los que día a día se desangran en una guerra de balas numeradas que apuntan justo al corazón de los que habitamos en el suelo. Ellos y ellas, todos, nos vigilan desde arriba, en la boca de este pozo que han construido para que no les arrebatemos su situación de privilegio. Pero amigos, arriba también llega la parca y en eso somos iguales.

Encajar


Encajar en la vida de uno o no encajar es hacer encaje de bolillos, así lo diría mi hija. Es  tarea fácil para algunos y casi imposible para los que se empeñan en poner alfileres donde no deben. La vida es más fácil de lo que pensamos y nosotros la complicamos mucho porque no hacemos lo que tenemos que hacer y no disfrutamos con lo tenemos, sino que deseamos y apetecemos lo que no está en nuestra manos. Otras veces nos ciegan los brillos del exterior y apagamos nuestra propia luz.
Quita todo el envoltorio, arranca las cintas de colores, elimina todo el papel de celofán y verás como encajas a la perfección porque tú eres la luz de esta vida y deberías iluminar todos sus rincones. 
Como en los encajes, hay que saber poner los alfileres, seguir el dibujo y continuar la labor hasta el final.

24-O Día de la Biblioteca.


 Bibliotecas, lugares maravillosos donde se enredan las palabras teñidas de tinta y donde se desliza el saber desde cualquier rincón del mundo hasta nuestros pequeños y enredados cerebros. Mi biblioteca querida donde discurre gran parte de mi vida. Libros, películas, juegos que intento reunir y organizar para ofrecer a los demás en una suerte de labor responsable y vocación irredenta. Creo en ella sin condiciones, creo en esta casa del saber que nos hace más grandes en la medida que la frecuentamos, estoy convencida de la necesidad de la existencia de este útero generador de conocimientos y de encuentros, de esta plaza abierta al universo donde la imaginación se alía con la magia y hace que seamos eternamente niños, donde la vida se hace literatura y la literatura se cuela en nuestra vida y nos hace universales e iguales.
Celebro la biblioteca todos los días y no dejo de volar y jugar con las palabras.   
POR TODOS LOS BIBLIOTECARIOS Y BIBLIOTECARIAS

Remedios


Hoy se abrieron las tiendas y algunos se fueron de compras. Han vuelto a venderles el  remedio a sus achaques, sólo que otros ya lo compraron y no encontraron solución a esta epidemia que acaba con todo el que no disponga de una renta muy alta. Estamos consternados todos los que ya estamos vacunados y no podemos hacer nada para evitar la estafa. ¿Quién protegerá a aquellos que rebuscan en la basura? ¿Quién, a los que se refugian en comedores sociales? ¿Dónde está el remedio para ellos? Ah, ya lo entiendo, para ellos llegarán los vendedores de mantas que regalan, si compran dos, una paletilla de jamón. Jamón de bellota amigos. Y todos tan contentos.

Las ratas


Las ratas salieron corriendo cuando vieron el peligro, antes se comieron todo lo que rodeaba su  madriguera: los cables de la luz , el aislante de las paredes, las maderas del armazón. Asustaron durante años a los dueños de la casa ocupada por su  mundo ratonil, incluso en alguna generación estos roedores históricos mordieron la oreja o la manita de algún pequeño, mientras dormía.
Ay, pero cuando la casa comenzó a hacer aguas, salieron de todos los rincones, se subieron por las cortinas y asomaron sus bigotes entre las cacerolas y los manteles en un último intento reivindicativo y oportunista. Los dueños achicaban el agua con cubos y escobones y cuando las vieron decidieron no acogerlas por más tiempo. Les abrieron la puerta. Fuera, el mar lo inundaba todo y ellas se agarraron a un mantel como  bandera.
Hay quien nunca tiene bastante y lo quiere todo. Todo lo bueno.

Medallas


Ha sido un verano en el que las mujeres a través del deporte nos han dado no pocas alegrías. Algunas incluso han podido acudir a las Olimpiadas a pesar de esos pesares que las someten en sus países. Un verano en el que a un maltratador le han rebajado la pena  al tener en cuenta sus condecoraciones por mantener la paz en Afganistán y el hecho de estar acostumbrado a ejercer la violencia por el bien común.
Cuidado Princesas con los que utilizan sus medallas para tapar los moratones de su chica. Y cuidado con los que juzgan dónde está la guerra y la paz.

Celebración de la mediocridad

Qué fácil les resulta a los mediocres criticar la excelencia si llega el caso en el que a un buen profesional le cambian el paso. La estupidez del zafio hace que crean que ellos marcharán a paso ligero ante la marcha atrás del otro. Pobres, no se dan cuenta que con sus risas y celebraciones lo único que consiguen es resultar aún más patéticos. Qué rían algunos el disgusto de una inmensa mayoría. Yo ante la zafiedad de algunos sólo esbozo una irónica sonrisa.

Recetas para una crisis

Estaba escribiendo una nueva entrada cargada de preguntas para los de siempre, para los que desde arriba se olvidan de los que hicimos e hicieron posible su ascenso a las "más altas instituciones del estado" y en esto se ha cruzado la última receta de "catasdevinoyazucar" un blog de una amiga que es una maravilla, como ella, que durante seis meses ha estado sin trabajo y le ha puesto a su tiempo imaginación, muy buen gusto y el talento de la gente de a pie, la que vale de verdad, la que se preparó para el futuro, la que estudió y pringó. Personas que saben lo que vale su vida y la de los demás.
¡Una hamburguesa casera a cambio de esta crisis de aprovechados!
Va por ti y por los que como tu nos comemos la crisis a mordiscos. 
Y con tus recetas que se mueran las tijeras.

Al agua sirenas

Hoy he vuelto a nadar en la laguna. A confundirme con las las algas, el sol y las libélulas. Así me siento libre, no existo y soy al mismo tiempo el universo. No necesito nada, ni a nadie. Sólo fluir, flotar, emerger o sumergirme. Cuando he vuelto a poner los pies sobre la arena me he dicho: mañana a la misma hora sirena y que les den a esos que se creen los amos del mundo y de nuestro destino. Jamás entenderán por qué los desprecio. 

Varas de medir


Hay varitas mágicas en los cuenta de hadas y hay varas de medir que miden lo que quiere el que se aplica la medida. Cada cuál la adecua a su interés haciendo inconmensurable el delito. Pero estos tíos de la vara que andan por ahí están todos de acuerdo en el uso final de la misma y es darnos con ella fuerte donde más nos duela a los de siempre.
Creo que hay un cuento en el que la vara se vuelve contra su amo, por ser mágica, y apalea a su dueño: abra cadabra…

El espectáculo


La vida no dura eternamente y para algunos es tan dura que se hace eterna, pero no es un partido de fútbol y por eso no deberíamos tomar partido por unos o por otros sino que todos deberíamos estar con los que nos la hicieran más fácil. Aquí no deberían tener valor los goles sino que todos disfrutáramos del espectáculo y el que estamos dando es lamentable. Unos porque no saben jugar y los otros por tomar partido por los que se juegan nuestra vida.

Las Armas


Las armas se disparan, hieren y matan. Hay quién aprovecha las armas para desarmar a quien ni siquiera está apuntándole pero, por si a caso, dispara en otra dirección y entonces, el otro cambia de objetivo. Amigos no nos dejemos engañar por el verdadero cazador ni por sus ojeadores. Nosotros aún estamos desarmados, somos su presa y ellos no quieren perder su trofeo. ¿Tendremos que apuntarles? ¿Qué arma elegiremos? ¿El silencio o la palabra?

Retratos



Se fue el bombero, se fue el cabo de la policía, se jubiló la jefa de cardiología, la trabajadora social, aquella maestra que tanto hizo por todos… Conoció a tanta gente buena, trabajadora, generosa. 
Quería que buscáramos sus fotos para que reconociéramos en todos ellos y ellas la grandeza del ser humano. No encontramos nada. Buscamos en ayuntamientos y hospitales, en colegios…
No había cuadros colgados en su memoria.
Nada costó su recuerdo.

Caminos

Siento que vivimos al borde de un cruce de caminos: uno lleva a alguna parte, otro a un "despeñaperros" y el que traemos ya no lleva a ningún sitio.
Me pregunto si en alguna parte comenzará un nuevo mundo y si por el otro se despeñarán los que nos echaron del lugar del que venimos. 
Habrá que tomar decisiones y repetir, como Darwin, las palabras que hagan crecer un nuevo mundo.

Gaviotas

Hoy he caminado hasta la laguna. Centenares de patos nadaban y volaban. Alguien me ha aclarado que había demasiadas gaviotas, que el número crecía amenazando el ecosistema lagunar. La proximidad de un inmenso estercolero, generado por una fábrica en una población cercana, ha ocasionado este problema. Ya se sabe, siempre son los mismos los que llegan al olor  a podrido contaminando lo más puro y hermoso. 

Desconcierto


No logro recordar el instante en que nuestra vida se tornó un desconcierto. Esta mañana desayunando me he fijado que llevo tiempo sin mirar las nubes, los gorriones o cómo el sol pinta las tejas de colores. No logro recordar cuándo dejé de saborear los despertares. Me he asustado y mucho. 
Lo siento “tíos”, qué os den con la crisis.
Como diría Darío Fo, sentido del humor. Nada de miedo y ya veremos. Todos somos muchos, y muchos no hicimos nada para merecer esto… 

Palabra


Llegaron las serpientes envueltas en tules de promesas y sentaron al honor y a la dignidad a su mesa. Dicen que a los postres no quedaban ya ni pizca de palabras, que cuando sellaron con la mano los acuerdos, “la palabra”, esa que se daba como aval, se había licuado entre las babas y el veneno de los reptiles y, volatizada, había desaparecido junto a la decencia. 

El Pájaro

Al abrir hoy la ventana de mi casa ha entrado por ella una niebla espesa y fría. Posado el alfeizar, un pájaro negro llevaba colgando del pico una palabra: JUSTICIA.
No sé si la traía o se la llevaba, pero la palabra temblaba y he notado una gran tristeza en sus ojos.
Yo, por si acaso, he cerrado la ventana y he echado la persiana. Me pregunto cuándo podré abrirla y dónde habrá ido a parar el pájaro.

Tormentas

Hay tormentas que atormentan y otras que nos embelesan por su extrema hermosura. La que nos envuelve ahora es un auténtico tormento. Algunas mañanas oyes "el tiempo" y apagas la radio porque toda tu casa se ha puesto del color de las guerras. Las guerras medievales en las que todos iban a defender al señor, que a su vez defendía a otro señor y así hasta llegar al rey.
Hay tormentas de arena y tormentas de intereses como la que ahora nos cae encima y tiñe los días de gris y en esta, los que vamos a salvar el reino, entre truenos y rayos, somos los nuevos siervos de la gleba obligados a pagar pleitesía a los nuevos señores feudales. Llego la Edad Media.