Hoy he vuelto a nadar en la laguna. A confundirme con las las algas, el sol y las libélulas. Así me siento libre, no existo y soy al mismo tiempo el universo. No necesito nada, ni a nadie. Sólo fluir, flotar, emerger o sumergirme. Cuando he vuelto a poner los pies sobre la arena me he dicho: mañana a la misma hora sirena y que les den a esos que se creen los amos del mundo y de nuestro destino. Jamás entenderán por qué los desprecio.
Varas de medir
Hay varitas mágicas en los cuenta
de hadas y hay varas de medir que miden lo que quiere el que se aplica la
medida. Cada cuál la adecua a su interés haciendo inconmensurable el delito. Pero
estos tíos de la vara que andan por ahí están todos de acuerdo en el uso final
de la misma y es darnos con ella fuerte donde más nos duela a los de siempre.
Creo que hay un cuento en el que
la vara se vuelve contra su amo, por ser mágica, y apalea a su dueño: abra
cadabra…
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