Creer en lo que haces

Creer en lo que haces es un pasaporte para ir al lugar de los sueños. Es viajar con un proyecto cuyo fin siempre es satisfactorio porque llegas a donde deseas. Trabajar con libros, pretendiendo hacer de la lectura un lugar en el que habitar en la infancia y el resto de la vida, es un privilegio.
Abro el libro y entro en la nube, me transformo en bruja o en hada, soy una mariposa o un ogro. Cierro el libro y miro alrededor y veo los ojos que miran a su vez un camino mágico, el de la imaginación. No me importa ser la equilibrista que pisa la línea de los sueños. Creo en lo que hago y sé que no caeré y si lo hago, en el abismo me esperan las estrellas que alumbran las profundidades del saber.

Pájaros

Tronaba y granizaba. Las golondrinas asomaban el pico por sus nidos de barro. La tele, reflejada en la ventana, daba otra vez noticia sobre la vileza, el deshonor, la mentira, la mezquindad. Tronó de nuevo. Un gorrión miró a la golondrina desde el alero y guiñándole un ojo, señaló el cristal con el ala ¿Pájaros?

¿Qué ves por la ventana?

Hace doce años hacíamos dibujar a los niños un mapa interactivo: países ricos, pobres y
países ricos con pobreza. -Mira por la ventana de tu casa ¿Ves niños haciendo cola para pedir comida?- les preguntábamos. Los niños no entendían, hasta el final de la actividad, lo que queríamos demostrar porque no veían las colas. Si hoy miramos el mapa desde arriba, como dice un poema de Wislawa Szymborska, si miramos bien, vemos las casas vacías, las colas del paro, las colas de Cáritas, las colas a las puertas de los bancos... Hoy hay niños españoles que se reconocerían en el mapa como pobres. Qué vergüenza, aún pretenden que hagamos cola para votarlos mientras nos colocan  al lado de racimos y ovejas en sus mapas económicos. Por favor, miren por sus ventanas.