Ser camino, canino

Me gusta caminar por los amaneceres del verano. Confundirme con el camino sin pensar en otra cosa que en ser. Ser ese ahora que es frescor mañanero, olores campestres, tierra o cielo. Olvidarme de lo urgente, de lo cotidiano o lo profundo, solo ser camino. Ir sobre y con la naturaleza y si toca pisar lo que el hombre ha creado, ser asfalto o adoquín.  Incluso podría ser pájaro o perro, cualquier alimaña, una planta, solo tiempo, solo ser el ahora con todo el universo mas..., me niego a ser mierda de perro. Podría admitir su canicidad y ser él, insisto, pero nunca el tipo que no recoge las heces de su chucho, a ese lo borro de mis amaneceres.

Hormigas

Un hormiguero humano anda como loco transportando las pocas cosas que necesita en su viaje.
Los que se odian y se matan transitan por las misma baldosas y se sientan en lugares cercanos a las puertas que los llevarán volando a los destinos donde su vida puede ser un infierno. Cada uno de esos grupos lleva los símbolos sobre su cuerpo, muestran al mundo lo que son y a los que no quieren. Se miran y se ignoran, no se hablan, tan oscuros y tristes y sin embargo no todos portan debajo de sus identidades ese odio. 
Los otros, los que vivimos fuera de esas convicciones que te atan y limitan los miramos preguntándonos ¿merece la pena? Y nos comemos una hamburguesa mirándolos ir y venir como si se tratara de una peli, pero no lo es.