Me voy a nadar con las sirenas

Me voy a nadar con las sirenas. Al fondo de un mar de silencios. A rozar las algas luminosas, los corales. Me sumerjo para ascender a un mar de sal y olas saltarinas y me dejo llevar por las corriente para no pensar en otra cosa que en el agua. En lo que somos. En la vida. Luego retomaré con fuerza mis brazadas, determinante, valiente y decidida llegaré nadando a la orilla misma de esta playa, justo en el comienzo del ocaso. Esperaré que la luna me de un abrazo de bienvenida  y me dormiré entre las rocas y la arena, solo cubierta con un manto de estrellas. Sola y rendida. Dueña de mi vida.

La frontera

Hay sensaciones que solo se sienten en las casas vacías. Silencio húmedo. Ecos de pisadas. Un gato que se estira en el alféizar de la ventana y una araña que juega a ser reina de la noche colgada de una ajada viga del techo.
Allí hubo grano, allí un pernil se secó al frío antiguo de La Mancha. Detrás de la puerta un mandil raído colgaría de un clavo oxidado. Alacenas de cal, candiles de aceite, un susurro tras la cortina, un puchero sobre ceniza caliente.
Respiro un tiempo que no fue el mío y sin embargo lo reconozco.
Aquí nacieron. Aquí vivieron. Aquí escribieron el relato de su existencia. Yo no era uno de ellos, ahora tampoco y sin embargo formo parte de esta casa de alguna manera. No quiero ser de ella . No quiero oír estos silencios ni los pasos ni los ecos. Quiero la araña y el gato. Cojo una tiza y trazo una línea. Es una frontera. Hasta aquí de ellos, de los otros, desde aquí lo mío. Y entonces una sombra se cuela por la puerta, se carcajea y grita fueraaaaaa. Me asusta. Pienso. Recapacito.
Lo entiendo, yo no soy nadie, no puedo trazar los límites de la existencia. Hoy estoy aquí, mañana estará otro, pero el espacio que hoy piso y el que ocupó el candil, seguirá siendo el mismo a no ser que todo haya desaparecido. Me iré como ellos, la casa será destruída pero el espacio quedará para otra araña, otro gato y quizá otro yo, a no ser  que lo engulla un agujero negro.
Entonces me estiro todo lo larga que soy, que no es mucho, y vuelvo a sentir lo que se siente en las casas vacías. Eternidad.



La realidad

La realidad es un incendio que arrasa bosques y ciudades aquí y allá. La realidad es una tierra muerta de sed o desbordada por torrenteras y aluviones. Los polos se derriten, los volcanes escupen lava y el subsuelo se rompe esculpiendo la geografía urbana. El hombre llora o muere, salva su vida gracias a un perro que lo olisquea bajo los escombros o lo arrancan chamuscado de las llamas de su casa o de las aguas que han ahogado todos sus recuerdos. La realidad es una naturaleza que se ocupa de complicarnos la vida porque nosotros nos ocupamos de complicarle la vida a ella misma y a los demás. Cuándo aprenderemos lo importante, cuándo.

Si Gloria viviera o viviese

Sí Gloria viviera seguro que lo habría escrito ella. Como se fue lo escribo yo para ella, por todos:

Me voy a la luna. A la una.
Me cambio de mundo en solo un segundo.
Les rompo el compás:                                                                
-y tu más.
Les doy la tarjeta ¡Vaya jeta!
Les pongo a la cola del paro por ineptos, ladrones, falaces, faltones...
Me voy a la luna,volando. (Pero no a la de Valencia)
Me voy de este mundo y me fundo uno mas sano y mas justo.
Con menos disgustos.
¡qué gusto!
Me voy a la luna.
De una.